Reseña de la experiencia vivida por la tallerista invitada; Ediana Marín, Magister en intervención y asesoramiento familiar sistémico. Además, escritora de varias publicaciones, entre ellas: «Escuela para padres», «Escuela para esposos», «Cajita de los sueños», etc.:
Contrariamente a como posiblemente fuimos criados, reprimiendo nuestras emociones; lo más recomendable para la salud emocional de nuestros hijos y el fortalecimiento de nuestras relaciones es validar sus emociones. Dependiendo de la etapa en la que estén viviendo, siguen desarrollando el auto-control y esto dura hasta de adolescentes y si no es bien orientado hasta como adultos las secuelas de no haber externalizado nuestras emociones.
La mejor manera de acompañar a nuestros hijos e hijas cuando estén sintiendo ira, miedo o tristeza es primeramente con paciencia y empatía ponernos a su altura (físicamente hablando) e intentando hacer contacto visual, explicarles que entendemos lo que están sintiendo. Sin explicaciones largas y complejas; sino simplemente intentando generar un ambiente de confianza en el cuál sientan que sus emociones son importantes para nosotros y que además es normal sentir lo que están sintiendo.
En el caso de las emociones como la ira y el miedo, por más complejas de manejar, no deben ser reprimidas. De hecho, por ejemplo, la ira cuando no se torna en violencia, resulta una válvula de escape ….es preferible que expresen lo que sienten a través de episodios de ira que no se tornen en violencia o agresividad, que se queden con todo adentro y en algún momento se depriman. Así mismo, el miedo, nos ayuda a protegernos de algo que pensamos nos haría daño; solamente cuando el miedo paraliza entonces no es bueno. Para orientar a una adecuada expresión de sus emociones debemos acercarnos amorosamente, haciendo contacto visual, sin presuposiciones, intentando ponernos en su lugar, y sin juzgarlos, intentar entablar un diálogo. Tratando de descubrir el fondo del por qué de su reacción. Cuando se trata de un berrinche hagamos igual, pero sin sermones largos. Sólo expliquemos, validando sus emociones que entendemos que estén frustrados. Busquemos ponernos a su altura…
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Familias que participaron en esta jornada:
Familias sin foto: Garate-Cajiao / Andrade-Cadena / Mildred Tello y Miguel Aguirre