Reseña de la experiencia vivida por la tallerista invitada; Sophia Tempio – psicóloga educativa:
En el taller de este sábado compartimos y analizamos con algunas familias tendencias alternativas educativas, basadas en la tolerancia y la libertad, recomendando el diálogo como forma de modelar la convivencia armónica en la familia. Basándonos en el reconocimiento del niño, poniéndonos en sus zapatos de una manera empática; buscando más allá de querer imponernos como adultos llenos de autoridad y buscando en el niño la respuesta de sus acciones.
Nos dimos cuenta que juzgamos mucho el comportamiento, pero preguntamos poco y damos por sentado lo que ese niño siente, piensa o necesita. Tenemos que intentar bajarnos a su nivel, lograr ver con sus ojos y acompañarlos cuando se sientan frustrados, enojados o tristes. Acompañarlos cuando ellos mismos no sepan o no logren poner en palabras lo que están sintiendo. Los niños tienen derecho a tener un mal día, tienen derecho a enojarse, a sentirse tristes o a estar molestos.
Los golpes no resuelven comportamientos, los golpes son un método abusivo para con un ser indefenso, tan solo sirven para crear rencores y para que adultos y niños se sientan culpables de su forma de ser. Cuando golpeamos a un niño golpeamos también su autoestima, su confianza en sí mismo, y atacamos el amor incondicional que nos tienen. El espíritu noble de un niño le obliga a creer en el adulto que ama y admira; por lo tanto, tenemos una gran responsabilidad cuando estamos cerca de un pequeño. No destruyamos su libertad, su creatividad, su espontaneidad para poder expresarse como necesita hacerlo, acompañemos con paciencia, tolerancia, empatía y sobre todo mucho amor.
Familias que participaron en esta jornada: