Recuerdo el sentimiento, de junto a mi esposo estar soñando crear algo; algo educativo que potencie nuestro anhelo por una educación que empodere, que libere, que contribuya en el florecimiento de los seres humanos. No sabíamos qué podría ser, sólo sabíamos que no dejaríamos a nuestros hijos a la merced del sistema educativo ni alternativo, ni tradicional. Fue cuando me “tropecé” con un artículo sobre el aprendizaje auto-dirigido escrito con tanta claridad y pasión por Rebecka Koritz. La busqué hasta dar con su whatsapp; extensos mensajes compartimos antes de tenerla cerca nuestro; en nuestro país junto a su compañero de trabajo Rubén Alvarado, un personaje de esos que casi no se encuentran en estos tiempos. Ambos con tanta pasión, claridad y que con discursos muy profundos y vivencias poderosas; enriquecieron nuestra vida de múltiples maneras. Su amistad interpeló la confianza de nuestros hijos y la fragilidad en nuestros procesos internos que ya venían tocando fondo desde hace rato. Su sabiduría y confianza abonaron aún más a esta tierra de donde emergen nuestros sueños que incluyen la educación como corazón de una nueva sociedad; y que permean cada dimensión de la existencia plena.
Cuando habíamos decidido invertir en costear los pasajes de ambos sin tener idea cuánta gente se sumaría a este sueño en constante y ardua construcción, contábamos con el compromiso serio de nuestra familia, los 4. Algunas pocas familias, empezaban a venir a este espacio y se interesaron; pero no fue sino hasta que la fecha se acercaba y más aún cuando vivimos la misma experiencia que el ALF proporciona que empezamos a acercarnos, a conocernos y a compartir aún más profundamente. Esta llamita que quedó encendida con las relaciones de amistad que empezaron a forjarse anhela seguir propagándose paralelamente con la profundización de estas relaciones que esperamos nos lleven a co-crear el mundo que soñamos, como punto de partida para que nuestros hijos sigan soñándolo y dándole las múltiples formas que ha de tener: un mundo en el que quepan todos los mundos. Es este sentido de comunidad, resultado también de las herramientas ágiles, es decir; flexibles, adaptables, “inteligentes” que permiten el involucramiento y hasta empoderamiento de todos y todas las participantes de esta experiencia como constructores de la misma. Como debe ser el aprendizaje, una responsabilidad que nos corresponde desde que nacemos a cada ser humano y que el sistema educativo nos ha hecho creer que nos es ajeno.
Gracias a todo lo compartido en este tiempo: patrones de escolarización y cómo éstos siguen impidiéndonos conectarnos con lo profundo de nosotros y así confiar en nosotros y por ende en nuestros hijos e hijas. Barreras de comunicación, técnicas para comunicarnos de una manera respetuosa y siempre validando todas las emociones; porque esta sociedad sigue castigando a algunas emociones tales como el miedo, el enojo, la frustración, entre otros. Juegos que despertaron todos nuestros sentidos, permitieron el contacto y así contribuyeron a una rica y saludable sinergia en nosotros mismos y entre todos y todas. Raíces profundas del aprendizaje auto-dirigido como una manera de ver, sentir y actuar frente al aprendizaje y no como una metodología o pedagogía más. Porque esta no es una receta, ni se alimenta de lo tradicional; sino que se establece bajo otro paradigma, algo que ninguna pedagogía ni método hace. Acá se habla de desescolarización, no de escuela alternativa, no es: “más de lo mismo, cambiadito de forma”, es algo completamente nuevo. No es una re-forma, es una re-fundación, a mi parecer.
Es entonces, bajo esta nueva perspectiva que la manera en cómo nos relacionamos debe ser re-pensada. Cómo nos relacionamos con nosotros mismos, nos conocemos, nos respetamos y hacemos respetar nuestros límites. Cómo nos relacionamos con los demás de una manera auténtica, libre y respetuosa. Cómo vemos a los niños como seres con todo el potencial para florecer y no como cajas vacías que hay que llenar o seres incompletos, ignorantes que hay que corregir y disciplinar. Esta tarea de desescolarización nos convoca a una re-fundación de nuestros propios paradigmas de quiénes somos, cómo nos expresamos, por qué hacemos lo que hacemos, para qué tenemos lo que tenemos, qué valoramos, qué juzgamos, qué tipo de persona consideramos mejor, superior o importante, qué temas creemos que son relevantes, fundamentales en la vida, etc.
Esta experiencia de tres semanas ha aportado mucho a este cuestionamiento que está alcanzando su madurez, mientras va encontrando respuestas; no absolutas, porque este no es un nuevo sistema que busca estandarizar procesos; sino vislumbres, vistazos, pistas, claves, fundamentos para que juntos y juntas sigamos desde donde estemos y cómo estemos co-creando la mejor experiencia para nosotros y nuestras comunidades.
¡Gracias a mi familia, Rebecka, Rubén y cada una de las personas que creció junto a nosotros en este lindo tiempo compartido!
Video del ALF Sudamérica: https://www.youtube.com/watch?v=qTbaGRNO7A0&t=0s&index=61&list=PLfq_iSOHSUU7tU9cDmx1_sKuPM-mfrk18
Video de los módulos: https://drive.google.com/open?id=1InPrvO6xG8iuV5wbQ_TWWg9HoHnLqcM5